Crea una página web profesional

miércoles, 3 de agosto de 2016

Nos hace falta más cosas así, tan simples.

Hay pocas cosas puras en la vida, usualmente estamos rodeados de demonios internos que arrasan con nuestra mente y corazón; empujándonos hacia un vaivén de sensaciones negativas que nos dejan desolados, absortos, sin vida. A diario combatimos con cosas así, tan complicadas.

Hasta que un día nos detenemos y vemos lo que tenemos que ver, lo que debimos ver desde el inicio...lo que deberíamos ver a diario, pureza...paz, tranquilidad, emoción, sensibilidad, alegría, inocencia, transparencia...todo aquello que nos encargamos de empañar a diario por que la mayoría de veces insistimos en estar mal...en sentirnos mal, en vivir mal.

En momentos así recuerdas la buena niñez, la tierna niñez...a mamá cuidándote, abrazándote luego de despertar temblando por alguna pesadilla larga, por fiebre, por tos, o por alguna de las infinidades de males que nos atacaban. Se convirtió en nuestro gran soporte, en nuestra buena amiga, en nuestra confidente, en nuestra sonrisa cada mañana, en nuestro bastón, en nuestra bonita manera de vivir, en nuestros sueños, en nuestra paciencia, en nuestra fortaleza, en nuestro todo...mi todo hasta el día de hoy. 

Hay pocas cosas puras en la vida, y ella es una de aquellas. Sólo ella nos dará un final rodeado de ángeles internos que arrasen con nuestra mente y corazón, empujándonos hacia un vaivén de sensaciones positivas que nos dejen contentos, concentrados, con vida. Nos hace falta más cosas así, tan simples.